Entradas populares

martes, 11 de diciembre de 2012

LA CALIDAD Y VARIEDAD DE JUEGOS CON OBJETOS PARA LOS MÁS PEQUEÑOS




        Durante los tres primeros meses de vida el niño interactúa con el medio a través de sus reflejos, con los cuales construye esquemas reflejos, que son totalidades perceptivas y motoras a la vez. Luego aparecerán conductas que el niño ejercita en relación con los objetos, cuando puede tomarlos en sus manos, observarlos, agitarlos, chuparlos o morderlos. Esto le permite aplicar los esquemas de acción conocidos a diferentes objetos.  Los esquemas de acción van aumentando en variedad en la medida en que su desarrollo motor se lo permite.  Con estás acciones el niño puede inferir cómo está comprendiendo lo que ve y cuáles son las relaciones que va estableciendo entre distintos elementos.

         El cesto del tesoro está apuntado al juego del bebé, brindando experiencias de calidad con los distintos objetos de la vida cotidiana. Como sabemos el cerebro de los niños crece deprisa, y se desarrolla mediante las respuestas al flujo de la interacciones externas que llegan desde del mundo que los rodea, a través de los sentidos,  el olfato, el gusto, el oído, la vista, y el movimiento corporal.

           El cesto del tesoro reúne y permite fijaste, como ya mencionamos, en objetos que se encuentran en la vida cotidiana que sirven de estímulo para todos los distintos sentidos. Con el uso del Cesto del tesoro se puede asegurar que la experiencia brindada al niño sea rica en cuando el cerebro de éste, esté preparado para recibir información, relacionada y hacer uso de ella.

       Todos los objetos del cesto del tesoro son del entorno casero. Los niños cuando adquieren movilidad, desplazamiento  con las cosas que prefieren jugar son con  sartenes, ollas, cajas de zapatos, las llaves del auto etc. Los que no siempre  a los padres les parece bien, y es este aspecto lo que toma en cuenta el cesto del tesoro.

La gran variedad de objetos, permite al niño jugar con tranquilidad, ocupado y concentrado durante largos ratos. La educadora decidirá cual es el lugar de la sala idóneo para la evolución del juego.

        El niño goza de las sensaciones que le provocan los objetos. Su curiosidad y sus descubrimientos hacen que se llene de satisfacciones. Va aprendiendo a escoger y a decidir que es lo que quiere hacer, tiene gran necesidad por probar la consistencia de las cosas: coge los objetos los muerde, los chupa, los manipula, los observa, los escucha, los apila, los huele, etc. participa todo su cuerpo.

Mientras chupan, manipulan, se meten en la boca los objetos, etc., aprenden al mismo tiempo que cada uno tiene un peso determinado, unas dimensiones, una forma, un olor, un sonido, un tacto, etc. Cuando están eligiendo un objeto es fácil imaginar que se están preguntando "¿Qué es esto?".

Al favorecer la experiencia de un interés absorbente, y posibilitar que el bebé  siga un aprendizaje fundamental para el que está preparado e impaciente


Bibliografía
Moreau de Linares L., El jardín maternal. Entre la intuición y el saber, 1993, México, Editorial PAIDOS,  Cáp. III, Pág. 75 - 9
Goldschmied E., Jackson S, La educación Infantil de  0 a 3 años,  Editorial  MORATA, Cáp. VI, Pág. 91 – 103


No hay comentarios:

Publicar un comentario